La salida del minibús fue a las 7:00, íbamos en dos buses en realidad por la cantidad de alumnos, nos dividen en cursos paralelos, el 1A y el 1B. Después de un largo viaje llegamos a un museo donde nos dieron tiempo de ir al baño, para posteriormente, iniciar con la visita a una iglesia católica de Santa Cruz.La visita a la iglesia fue bastante grata, claro que hubo de todo, ya que, en el grupo de alumnos había compañeros que no respetaban aquel lugar, llegando a tal punto de hacerle gestos por la espalda al cura, mientras éste con mucho amor nos relataba sobre la historia de la iglesia.
Otros que aprovecharon la oportunidad para pedirle la bendición al cura, lo cual a éste le sorprendió mucho, lo podía notar en su tranquila y pacífica mirada. Fue un momento agradable, de tranquilidad y personalmente me acerqué a él y le hice una sola pregunta después de preguntar su nombre, ¿Cuál es su mayor anhelo o deseo antes de partir? Él me observó algo sorprendido por aquella pregunta y me dijo, ver unidad y para la ella necesitamos amar y el mejor ejemplo de amor es Cristo.
La gente debe aprender a amar a las otras personas tal y cual son. Hubo un pequeño silencio en el lugar y le dije gracias, ya el curso se había retirado del lugar. Quedamos solos y me pregunta, y tú, ¿cuál es tu mayor anhelo? Yo en forma de broma le digo, sacar mi carrera. Sonrió me dio un abrazo, luego me llevó a la salida de la capilla donde nos despedimos.
Otros que aprovecharon la oportunidad para pedirle la bendición al cura, lo cual a éste le sorprendió mucho, lo podía notar en su tranquila y pacífica mirada. Fue un momento agradable, de tranquilidad y personalmente me acerqué a él y le hice una sola pregunta después de preguntar su nombre, ¿Cuál es su mayor anhelo o deseo antes de partir? Él me observó algo sorprendido por aquella pregunta y me dijo, ver unidad y para la ella necesitamos amar y el mejor ejemplo de amor es Cristo.
La gente debe aprender a amar a las otras personas tal y cual son. Hubo un pequeño silencio en el lugar y le dije gracias, ya el curso se había retirado del lugar. Quedamos solos y me pregunta, y tú, ¿cuál es tu mayor anhelo? Yo en forma de broma le digo, sacar mi carrera. Sonrió me dio un abrazo, luego me llevó a la salida de la capilla donde nos despedimos.
Después fuimos al museo de Colchagua donde nos presentaron un video que me dio mucho sueño, pero era bastante completo y con mucha información histórica. Luego de verlo nos llevaron al recorrido de este lugar maravilloso, que me dejó encantado con cada rincón, con cada objeto del lugar.
Habían autos, traje de soldados nazi, carrozas antiguas estilo Titanic, hasta un ferrocarril, parecido a esos de las películas de Western, de vaqueros. Con algunos compañeros comentábamos que ese museo debería estar en Santiago, ya que, era el mejor museo que habíamos conocido hasta ese momento.
Lo abandonamos para ir al humorístico almuerzo, lo digo por las porciones de comida que me tocaban, aparte de ser el último en comer. Pero lo tomé con humor y fue un momento grato junto a mis compañeros. Finalmente visitamos la viña, donde pudimos disfrutar de un viaje en carroza, sacarnos muchas fotografías y comer uvas sin límites.
El paseo a la viña fue muy corto, quedé con ganas de conocer más de aquel lugar. Finalmente tomamos el minibus de retorno. En general una experiencia muy entretenida junto a mis compañeros, sin duda, espero que vivamos muchas más. Creo que más que aprender algo, en la vida hay momentos donde hay que saber respetar, si queremos que nos respeten como personas en la vida empecemos por nosotros, el respeto no se impone, el respeto se merece, es algo que las personas te otorgan.
Habían autos, traje de soldados nazi, carrozas antiguas estilo Titanic, hasta un ferrocarril, parecido a esos de las películas de Western, de vaqueros. Con algunos compañeros comentábamos que ese museo debería estar en Santiago, ya que, era el mejor museo que habíamos conocido hasta ese momento.
Lo abandonamos para ir al humorístico almuerzo, lo digo por las porciones de comida que me tocaban, aparte de ser el último en comer. Pero lo tomé con humor y fue un momento grato junto a mis compañeros. Finalmente visitamos la viña, donde pudimos disfrutar de un viaje en carroza, sacarnos muchas fotografías y comer uvas sin límites.
El paseo a la viña fue muy corto, quedé con ganas de conocer más de aquel lugar. Finalmente tomamos el minibus de retorno. En general una experiencia muy entretenida junto a mis compañeros, sin duda, espero que vivamos muchas más. Creo que más que aprender algo, en la vida hay momentos donde hay que saber respetar, si queremos que nos respeten como personas en la vida empecemos por nosotros, el respeto no se impone, el respeto se merece, es algo que las personas te otorgan.
Por: Guillermo Moya
Editora: Jocelyn Martin
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