
En cuanto a la discriminación, pienso que los homosexuales no deberían ser discriminados por la sociedad, sino que deberían ser apoyados por la misma. Como todos sabemos, las minorías sexuales son aceptadas y reprimidas al mismo tiempo, no sólo por la humanidad sino que podemos ver esta situación en las leyes de distintos países, por ejemplo en Canadá el matrimonio homosexual está permitido, pero en nuestro país no es así. Otro ámbito que abarca el tema es el religioso, y generalmente estos no son aceptados por las distintas religiones al “ir en contra de la naturaleza”
Anteriormente, las autoridades –apoyados por psiquiatras- consideraban a esta orientación sexual como una patología o enfermedad mental que debía ser curada (incluso existían tratamientos que consistían en mostrar fotografías de homosexuales al “enfermo” y al mismo tiempo proporcionarle shocks eléctricos –cosa que siempre me ha recordado a la película “La Naranja Mecánica”-. Hoy en día, se considera como algo importante la investigación de la práctica e identidad sexual en distintos ámbitos, para así poder llegar a entenderla. Aún así nos encontramos con personas que repudian a los homosexuales, los homo fóbicos, y estos no son una cantidad menor, sino que incluso en instituciones mundiales se aprecia esta posición, siendo una de las más polémicas, la iglesia católica –si, la misma que profesa amor al prójimo -. Sería ideal que este punto de vista fuese erradicado ya que debido a este pensamiento, las vidas de homosexuales son afectadas, haciendo crecer los niveles de suicidio causando un gran daño social, en cambio, si estos son aceptados, sienten que pueden vivir en este mundo con dignidad.
Finalmente quiero dejar claro que pienso que los homosexuales no merecen ser discriminados ni sufrir sólo por serlo, esto sólo sería injusto para ellos. La cultura universal necesita tolerancia frente a este tema –y muchos otros- para lograr una comunidad íntegra e incluso, más feliz.
Por: Camila Lorenzini
0 comentarios