
Desde que yo era muy pequeña, ella se ha preocupado hasta el día de hoy para que yo tenga lo mejor y que nunca me falte nada, sé que lo seguirá haciendo. Es un pilar fundamental en mi vida, a veces pienso que si no la tuviese no se qué sería de mi vida pero también tengo claro que eso algún día va a pasar porque así es la ley de la vida.
Pero mientras la tenga conmigo la aprovecharé al máximo, para así no arrepentirme de cosas que podría haber hecho con ella y que no hice. Ella es tan importante en mi vida que nunca nadie la reemplazará, comparte conmigo como si fuese una mas de mis amigas y eso me hace ser muy feliz, porque aparte de ser mi mamá en ella encuentro una mujer, una madre y una amiga, lo tiene todo.
La hace ser inolvidable en mi vida porque la extraño mucho cuando estoy lejos de ella, porque yo no soy de Santiago, pero estudio y vivo allí por ahora, sólo la veo los fines de semana, aunque hablamos todos los días no es lo mismo que tenerla aquí conmigo.
Mi mamá es mi hada madrina porque siempre que no tengo plata en el celular y le pido a Dios que me llame, ella llama, como si estuviésemos conectadas. Si mi madre pudiese bajarme el cielo lo haría, su amor hacia mí es inexplicable, soy el centro de su atracción, muchas veces se lleva retos de mi papá porque me mima mucho y según el resto me malcría, pero yo creo que eso no es así, sólo que su amor hacia mí se desborda por todas partes.
Por Fernanda Arias
Editora: Camila Lorenzini
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